Muchos nombres para la misma luna

Superluna, luna azul, de sangre, muchos nombres para una Luna

Desde hace algunos años la prensa no especializada y los medios de comunicación generalistas se afanan en propagar nombres para algunas situaciones de la Luna a cada cual más exagerado. Nos encontramos con titulares en los que la clave recae en nombres como superluna, luna azul o luna de sangre.

Algunos añaden un dramatismo sin sentido como la Luna de sangre, otros no tienen ningún fundamento astronómico como la Luna azul y todos llevan a la confusión del lector bienintencionado.

Según los autores de estas denominaciones llaman "Luna azul" a la segunda luna llena dentro del mismo mes, puesto que el tiempo que transcurre entre dos lunas llenas es de 29,5 días si el día 1 del mes es luna llena el 30 de nuevo estará llena la Luna. En los meses de 31 días, aún en el caso de que la Luna esté llena el día 2, también lo estará el 31. El sobrenombre de azul no tiene sentido ni relevancia astronómica, se trata de una luna llena sin mayor diferencia sobre cualquier otra. El sobrenombre puede inducir a error cuando el lector crea que la Luna mostrará alguna tonalidad azul.

La "luna de sangre" hace referencia al color que toma la Luna en la totalidad de un eclipse. Cuando la Luna pasa por la sombra de la tierra adquiere una tonalidad rojiza, esto es debido a la refracción de los rayos solares cuando pasan por la atmósfera terrestre. La atmósfera desvía los rayos rojos más que los azules, por lo que el cono de sombra queda iluminado con una débil luz rojiza.

Cuanto más limpias estén las capas altas de la atmósfera mayor será la cantidad de luz que la atraviese y más iluminado el cono de sombra, produciendo un eclipse más claro. Cuando las capas superiores tienen más polvo en suspensión la luz que la atraviese será menor y el eclipse más oscuro. Existe una escala, denominada de Danjón para medir oscuridad de los eclipses.  La erupción del volcán Pinatubo en 1992 originó eclipses muy oscuros durante años. Evidentemente todos los eclipses no tienen la misma coloración, la cual sólo se puede determinar a posteriori. La confusión puede ocurrir cuando el público interesado por el titular vea salir la Luna y confunda la coloración roja debida a la refracción con la que adopta en el eclipse cuando alcanza la fase de totalidad.

El último de los términos es la "superluna". La denominan así cuando coincide la luna llena con el paso por el perigeo. La órbita de la Luna alrededor de la Tierra describe una elipse, esto significa que la distancia tierra-luna aumenta y disminuye con regularidad. La distancia media entre los dos astros es de 384.400 km. A la posición más próxima se la llama perigeo y la más alejada apogeo. La distancia mínima son 362.000 kilómetros(1) y la máxima 406.000 kilómetros, la diferencia entre ambos valores es la causa de que en el perigeo la Luna se vea un 14% mayor que en el apogeo. Si bien hay diferencia entre ambos valores es amplia, a simple vista y sin algún aparato de medida la diferencia de tamaño no es apreciable. Si que lo sería si se viesen simultáneamente la luna en sus tamaños mínimo y máximo, pero transcurren varios meses entre ambas opciones, por lo que hay que estar muy acostumbrado a observar la Luna para apreciar la diferencia. Si bien en este caso hay un trasfondo astronómico es muy difícil su apreciación. La mayoría de la gente confunde el tamaño aparente de la Luna al salir (que es puramente subjetivo) con el tamaño debido al paso por el perihelio, lo que genera confusión respecto al fenómeno.

Toda esta información tiene poco de veraz y mucho de sensacionalista, sirve para llamar la atención del público, para impresionar con un titular llamativo, pero genera una espectativa que a la postre no se cumple. Pese a que puede inducir a mucha gente a ver, en este caso la Luna, el resultado es contraproducente por que decepciona. En definitiva y según mi opinión, los prestigiosos medios de comunicación que incluyen estos titulares entre sus noticias, deberían dar un enfoque más real y menos fantasioso.

 

(1) El valor de la distancia mínima en el perigeo varía de unas fuentes a otras, llegando a 354.000 en algunos.