GR66 entre Vega del Codorno y Tragacete

<> Distancia: 18,5 km. Lineal
<> Altura inicio, Barrio de la Cueva: 1.340 m
<> Altura máxima, Sierra de Tragacete: 1.670 m
<> Altura final, Tragacete: 1.292 m
<> Tiempo estimado: 4h 30m
<> Dificultad: fácil
<> Orientación: media

Sendero lineal, los datos se refieren a un sentido.

El sendero GR66 cruza una longitud considerable de la provincia de Cuenca, en esta crónica se describe el tramo entre la Vega del Codorno y Tragacete. La Vega es un municipio singular compuesto por barrios, nueve, que se diseminan por un amplio valle de 5 kilómetros de largo y hasta 1,5 de ancho, orientado en sentido sureste - noroeste y a una altura de 1.320 metros, el más grande es el de la Cuenca. El sendero recorre la mitad por el oeste del mismo. La descripción parte de las coordenadas 40º 26' 06” N / 01º 56' 51” O (Datum EPSG4326) Para llegar a este punto partimos del Barrio de la Cueva, el más grande con diferencia por la carretera que se dirige al fondo de valle en sentido oeste, a unos 750 metros tomamos una pista a la izquierda que cruza el valle y nos conduce a otra pista perpendicular que tomamos hacia la derecha, oeste. Un kilómetro por esta pista nos conduce al punto indicado.

El barrio de la Cueva es el núcleo urbano más grande de los que conforman la Vega del Codorno, al fondo la cueva.

La cueva es una oquedad en la roca de casi 20 metros de altura que se prolonga hacia el interior en un pasillo estrecho de varios cientos de metros de profundidad. En épocas de lluvia se convierte en un río subterraneo de pequeño caudal.

Salir de la pista y continuar por el valle en sentido sur, al comienzo la pradera se estrecha y nos dirige a un antiguo camino de herradura, por el fondo del valle, en trechos más hondo que el arroyo que discurre a la izquierda. Después de épocas de lluvias abundantes lo encontraremos lleno de agua, caminando por la orilla y haciendo algunos equilibrios lograremos avanzar sin poner los pies en el agua. Tres veces cruzaremos el arroyo, el camino bastante perdido sigue por el fondo del valle. No hay muchas marcas pero las suficientes para seguir el sendero. Caminamos por la parte más bella del recorrido, bosque frondoso, agua y laderas empinadas. El sendero asciende sin cesar, suave, sin saltos abruptos. Abandonamos el fondo para ganar cierta altura, el valle se abre y deja paso a la limpia luz de la mañana, vamos remontando el curso del arroyo, a la izquierda del camino nos encontramos la fuente de Las Vaquerizas. Desde aquí el camino de herradura se convierte en una pista amplia. Unos centenares de metros más adelante, también a la izquierda y un poco más alto veremos el refugio de las Vaquerizas, vallado. El valle es amplio, y por nuestra derecha se une otra pista que asciende también. No encontramos marcas en el cruce, pero el instinto nos indica con certeza que debemos continuar sin cambiar de dirección.

El sendero pasa bajo de un poblado Íbero del que se conserva la base de la muralla.

Llegamos a la carretera que une el Alto de la Vega con las Majadas. Por anchura y trazado mas que una carretera asemeja a una pista recubierta de asfalto. Giramos a la derecha por la carretera, cruzamos el puente y de nuevo a la izquierda salimos de la misma para continuar por una amplia pista. El valle es abierto algunos centenares de metros de anchura, cubierto de pasto, a ambos lados las suaves laderas cubiertas de pinos. Las marcas vuelven a estar distantes y difícilmente visibles, da la impresión que la última vez que se marcó el sendero fue el siglo pasado.

Creo oportuno introducir un comentario al estado de señalización de este y otros senderos, hace años eran los Centros y Collas de Excursionistas los encargados de señalizar y mantener los senderos, con el aprovechamiento turístico de este recurso los ayuntamientos y federaciones se hicieron cargo de la señalización, la norma es que el titular del sendero es el responsable de su mantenimiento, pero con la crisis y los recortes la señalización quedó abandonada. En la actualidad son muchos los senderos que necesitan de este mantenimiento que otrora fuera gratis y ahora nulo. En algunos senderos vemos que se han señalizado los cruces pero las marcas en el sendero no se han repintado.

La primera parte del sendero cruza varias veces el arroyo de las Vaquerizas.

Hecho el inciso, continúo con la descripción. La pista discurre al norte del valle en suave ascenso con curvas poco pronunciadas. En este tramo de cerca de 3 km ascendemos desde los 1.390 metros del cruce de la carretera hasta los 1.496 metros del Collado de los Vasallos. Al llegar al cruce un viejo mojón, tumbado en el lateral derecho del GR66 con los huecos de las marcas en un lado y la inscripción "GR66" en el contrario. Tomaremos el cruce a la derecha, si girásemos hacia la izquierda el camino desciende a la carretera de Tragacete a la Vega en poco más de 1 km. Siguiendo por la derecha el camino gana altura en cuatro largas lazadas, poco menos de 2 km hemos subido hasta los 1.600 metros. El camino sigue ahora en dirección sureste y elevándose hasta los 1.670 metros, máxima altura de recorrido. A la derecha un entramado de valles y montes nos permite ver una amplia extensión del territorio, cubierto de pinos hasta donde nos alcanza la vista.

Prado típico de la Serranía de Cuenca, zonas de hierba baja rodeadas de pinar, en su mayoría Negral y Rodeno. Buena parte de las pinadas se deben a repoblaciones en los comienzos del siglo XX.

A nuestra derecha sale un camino que nos indica "Fuente del estiércol" a 3.500 metros, seguimos la misma dirección que llevamos, avanzamos por el lomo de la montaña, si nos asomamos a la izquierda veremos una zona de acampada con algunas viviendas y un comedor con tejado y abierto, al final de la ladera, más allá el monte de la Soriana y al fondo el pico de San Felipe (cumbre más elevada de Cuenca). Continuar por la pista hasta una indicación clara de salir a la izquierda, la marca indicando que debemos dejar la pista es bien visible. Habremos caminado casi 5 km desde el Collado de los Vasallos por la pista. Tomamos un antiguo camino de herradura, casi perdido, que en la cartografía de los años 50 figura como "camino del Hosquillo a Tragacete" desde aquí será todo descenso, el camino se sigue bien durante unos 500 metros, a nuestra izquierda una empinada ladera cubierta de pinos que nos impide ver el fondo. En cierto momento parece que el camino se termina, continúa por la derecha, en fuerte descenso, pocas señales, las justas. Siguiéndolas nos sacan del camino para conducirnos unos metros más abajo a una fuente, unos troncos de pocos años conducen el agua hacia un pequeño canal que discurre por medio del camino en fuerte pendiente. Por aquí la señalización es nueva, marcas pequeñas y bien perfiladas. A la izquierda vemos una pista amplia, no la tomamos y continuamos por el antiguo camino que se ensancha y se desdibuja, ahora si unas marcas bien visibles nos guían hacia el lado sur de la cresta. De nuevo alcanzamos un camino, y de nuevo las señales nos sacan de él. El antiguo camino está totalmente perdido y las marcas invisibles, o yo me perdí alguna. Lo cierto es que si seguimos ladera abajo, ahora por el norte no tardaremos en ver las primeras granjas y el pueblo de Tragacete. Desde la altura vemos la carretera de Tragacete a la Vega y unas decenas de metros por bajo de nosotros el sendero es ahora bien patente. Lo alcanzamos y nos conduce al comienzo de un camino, seguimos la pista que nos lleva a la carretera, en la señal de tráfico del cruce las marcas blanca y roja no dejan dudas de que hemos vuelto al sendero. Los últimos 200 metros los cubrimos por la carretera que nos conduce al oeste de municipio y callejeando llegaremos a la plaza, final de nuestra etapa.